Por Diana Carolina Alfonso
Patricia Bullrich Ministra de Seguridad de Argentina, quien en sus años mozos empuñó un fusil por la liberación social, ahora lo empuña por la reacción social, dando vida a la caricatura deforme de una funcionaria PRO-carapintada.
Patricia Bullrich Ministra de Seguridad de Argentina, quien en sus años mozos empuñó un fusil por la liberación social, ahora lo empuña por la reacción social, dando vida a la caricatura deforme de una funcionaria PRO-carapintada.
En los últimos días ha firmado un decreto con Fernando Ocampo, ministro de Justicia y
Seguridad de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y Horacio García, director
Nacional de Migraciones, por el cual se crearía una cárcel para inmigrantes en
Barracas - eligiendo, obviamente, un espacio que no disguste a lxs más
acomodadxs, que lo les moleste ni siquiera el saber de su existencia. -.
Aunque las autoridades del gobierno de Cambiemos aclaran que la ‘retención’
solo se efectuará en caso de indocumentación, no pierden el tiempo
explicándonos bajo qué lógica se entiende dicha “indocumentación”. ¿Papeles en
trámite?, ¿DNI perteneciente al MERCOSUR?, ¿Documento extraviado? Será mejor ni
imaginarnos la seguidilla por portación de rostro o por portación de pasaporte.
Sabiendo nosotrxs el embrollo que implica conseguir los papeles:
que te verifiquen que están todos con firmas, sellos, apostilles, etc., para llegar
después de horas a la ventanilla y que unx operarix te dé en las narices con:
<<Mirá nena, esta firma parece escaneada>>. <<Sí, ¡joder!
Deberías saber que en mi país los trámites judiciales se hacen online>>.
Te imaginarás la respuesta como un vaso de agua fría en la cara: <<A mí
eso no me importa, che. Andá a sacar otro turno y nos vemos en tres
meses>>. Esto, sólo por contarles un episodio recurrente; para que
entiendan que las dilatorias en los trámites a fin de entorpecer nuestra
estadía legal en el país, son responsabilidad de una Oficina de Migraciones
desorganizada y xenófoba.
La dichosa cárcel, para nuestra plácida estadía, estará
ambientada con agua caliente y cobertores de primera mano. ¿Acaso tenemos que
agradecerles por querer darnos el bienestar que no le dan a miles de presxs hacinadxs
en las cárceles del país, tal como lo corroboró la
Auditoría General de la Nación el pasado 25 de agosto? Es contradictorio que de
repente podamos ser más ciudadanxs de primera que sus propixs ciudadanxs. ¿A
quién le mienten?
Pensemos en una imagen de refugiados sirios
en Hungría. Ahora en esto: cuando esta cárcel no sea suficiente, García,
Bullrich y los funcionarios migratorios podrán instrumentar un “campo de
refugiados” en algún predio
adecuado, indicó Perfil.com:
“Terminó el programa Patria Grande de normalización
documental, para pasar a un plan persecutorio que se manifiesta en los 12.700
inmigrantes fiscalizados en más de ocho mil operativos realizados con apoyo de
la Policía Federal este primer semestre.”
Por tanto, podemos pensar que la cárcel para
inmigrantes - o centro de detención, ¡vaya eufemismo! - se convierte así en una
dependencia la Oficina de Migraciones. Además de violar el derecho migratorio (ver
Convención de Las Naciones Unidas sobre los derechos de los migrantes 2005) y
las garantías constitucionales, la ilegalidad de estas acciones quedan a la
vista en el propio preámbulo de la Constitución Nacional donde se asegura que “los beneficios de la libertad, para
nosotros, para nuestra posteridad, y para todos los hombres del mundo que
quieran habitar en el suelo argentino”.
Hombres del mundo, reitero. La Ministra
Bullrich enunció en Iguazú una capacitación para prevenir la trata de personas.
Nos queda una pregunta pendiente ¿las autoridades migratorias que lucran con la
trata de mujeres se van a tomar el trabajo de obedecer a una capacitación? Mientras,
miles y miles de mujeres son arrastradas desde su territorio de manera ilegal
para que los narcos locales se llenen los bolsillos con esta migración forzada
patriarcal.
Por todas las Marita Verón de
Nuestramérica, ¡¿no deberían implementar un pabellón para que estos
funcionarios puedan tomar unas merecidas vacaciones en el resort de Barracas?!
La cárcel para los represores, la Patria
Grande para nosotrxs.
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